6 de febrero de 2013

El show continúa.


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Cifras reales del paro. Enero 2013:
- Parados: 5,96 millones.
- Parados desencantados: 521.000.
- Paro real: 6,5 millones (29%).


Mal dato el del empleo de enero que ahora los del PP lo excusan como antes los del PSOE, y es que esta cantinela ya nos suena. Pero después de un año de gestión de Mariano lo cierto es que nuestro país sigue yendo muy mal: corrupción, paro, impuestos excesivos, excesiva regulación, y una población imposibilitada prácticamente para tener iniciativa económica alguna, son unos pocos rasgos de una España que sigue abocada a una crisis terrible y larga.

¿Crisis? quizás no tanto, ya que en lo poco que va de año hemos regalado en subvenciones la bonita cantidad de 1.513.066.579,48 € (252 mil millones de pesetas). Y oigan, es que hay que ser muy rico o muy tonto para gastar ese dinero en sólo un mes.


Claro, que también todo esto puede suceder por aquello de que la corrupción no reina en España, ¡Impera!.

Recordemos que en 2009 Cándido Gómez Pumpido, fiscal general socialista de infausto recuerdo, presentó un informe en el que había 730 casos abiertos contra partidos políticos (PSOE-264, PP-200, CC-43, CiU-30, PA-24, IU-20, GIL-17, Unión Mallorquina-7, ERC-5, BNG-3, PNV-3, ANV-1, EA-1, además de otros 67 casos contra partidos locales). Casos a los que hay que sumar todos los nuevos surgidos desde entonces.

Y mientras tanto el Índice de Percepción de la Corrupción 2012, publicado por Transparencia Internacional, señala que España se encuentra en el puesto 30 del índice, a la misma altura de Botswana y justo por delante de Bután.

¿Y de verdad que la corrupción no es generalizada? ¡Joder, qué tropa!


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Y si a todo lo anterior le sumamos que el endeudamiento público respecto del PIB se ha disparado hasta el 96,2%, lo que supone que la deuda en circulación (1,05 billones de euros) equivale prácticamente a la riqueza generada por España en un año, tenemos un panorama desolador. Sencillamente, toda esta pandilla de canallas políticos, corruptos y despilfarradores, no sólo nos ha arruinado a nosotros sino también a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, endeudando a los españoles por varias generaciones.

La situación es de extrema gravedad. El paro y la deuda crecen sin parar mientras se mantienen los privilegios de los políticos y de los golfos de sus cómplices. Las explicaciones dadas por los políticos sobre la corrupción son un insulto a la inteligencia de los españoles, y la gestión de la crisis un desastre para mantener a la misma casta política parasitaria sin intención real de acabar con aquella. Es muy grave lo sucedido, salpicando en este momento las sospechas de corrupción tanto al Presidente del Gobierno, en este caso, como al resto de los partidos parlamentarios en otros.

Es imprescindible un cambio. Ya no podremos hablar de democracia alguna en España a partir de ahora mientras no se convoque a los ciudadanos a las urnas ante todo lo que está sucediendo. Para salir de esta crisis necesitamos un sistema democrático sano y con un gobierno sin mancha. En este momento no hay nada de todo ésto. ¿Hasta cuándo?.

Pedir la dimisión de Rajoy y la celebración de elecciones es ir paso a paso y cumpliendo los requerimientos mínimos para una democracia estable y saludable. Lo contrario no es sino pasividad frente a actitudes que menoscaban la confianza ciudadana y, consecuentemente, la democracia. Por no hablar de que mal vamos a generar confianza en el exterior con un país corrupto y sin garantías de justicia alguna.

Salir de esta crisis pasa por un cambio. Y ese cambio pasa por la dimisión del Presidente, la disolución de las cámaras, y la convocatoria de elecciones a Cortes Generales.

Mariano, vete a casa.

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